Un percebeiro de Laxe sufre un ataque con ácido
El conflicto y la división en el seno de la agrupación de mariscadores de Laxe lejos de solucionarse, como pronosticaban algunos miembros de la directiva, ha tomado tintes delictivos graves. El ex presidente de la asociación fue atacado con una botella de ácido, expresamente manipulada para lesionarlo, el domingo por la tarde.
«Serían as catro. Saín dun bar ao que vou habitualmente e ao subir pola costa tíranme unha botella de plástico, co tapón cortado, chea de ácido, dende o muro da igrexa. Tiven sorte porque se me cae na cara ou nos ollos déixanme sen vista», explica Rubén Lema Souto, el ex presidente de la agrupación, que ya ha puesto los hechos en conocimiento de la Guardia Civil.
Lema también tiene sospechas sobre la autoría y la motivación de lo que considera «case un intento de homicidio», aunque no pudo dar con su responsable: «Teño 35 anos e estou en bastante boa forma. Botei a correr xusto no momento. Mirei as rúas de alí e non atopei a ninguén, aínda que penso que ten que vivir por esa zona. E todo isto porque pensan que fun eu o que chamei aos da Xunta, cando non é certo e se queren que miren se o número de teléfono é o meu». Además, el mariscador considera que «non é de homes» esa manera de actuar, por él no le ha hecho daño a nadie, y pide que si alguien tiene algo que decirle que lo haga a la cara o que vaya al cuartel de la Guardia Civil a denunciarlo.
Respecto al conflicto, se muestra muy crítico con los actuales directivos de la agrupación «porque non ten xeito que unhas persoas que nos representan a todos actúen como lles dá a gana» y a la Consellería do Mar, que mandó «unha morea» de agentes el jueves y, sin embargo, no se preocupa de garantizar la sustentabilidad y la rentabilidad del sector con la adecuación de los cupos a las necesidades de los profesionales.
El mariscador teme que se repitan los ataques en alguna zona más peligrosa de la costa y no entiende por qué van contra él. Ha presentado un escrito en el que se niega a hacer rondas nocturnas con los vigilantes y asegura que si lo obligan llevará el caso a los tribunales.
«En Laxe hai moi boa xente, pero tamén hai outra moi ruín e en vez de dedicarse a traballar, está pensando en como arruinar aos demais. A unión aquí só era amolar ao veciño Maldita a hora na que viñemos vivir a este pobo», sentencia Lema, muy asqueado con todo esto.
Fuente: www.lavozdegalicia.es
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