La población de la comarca cae hasta su nivel más bajo en décadas
Comentarios desactivados en La población de la comarca cae hasta su nivel más bajo en décadas
Los 16 municipios de las comarcas de Bergantiños, Soneira y Fisterra, además de Cerceda, suman 119.125 habitantes, 425 menos que el 2009. Probablemente a día de hoy, y a la vista de la tendencia descendente, la cifra real se haya situado ya por debajo de la frontera de los 119.000, millar en el que se ha ido moviendo en los últimos años. Pero el dato oficial a todos los efectos, que ayer dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística (INE), incluye esos 125 más con fecha 1 de enero del 2010.
Esta cantidad es la más baja en décadas en la comarca. Es necesario buscar en los registros de los años 40 para alcanzar cifras similares, aunque es cierto que el nivel de medición de aquellos años (los datos los aportan los patrones de cada concello, que coteja más tarde el INE) no es comparable, ni de lejos, al actual.
En los cincuenta, por ejemplo, las cifras ya eran muy superiores a las actuales. A mitad de la década estaban registrados 127.000 vecinos. En 1960 eran justo mil más, y de nuevo un millar añadido en 1970. Nada que ver, no obstante, con el pico histórico de la zona en 1989, con 137.509 empadronados. Desde 1994, las cifras siempre han ido a menos, con el espejismo del 2008, en el que se produjo una leve subida de 21 personas con respecto al año anterior. Posiblemente por el retorno de la emigración suiza, muy importante en ese año.
De todos modos, las cifras conjuntas ocultan los casos particulares. Solo han crecido habitantes cinco concellos con respecto al 2010: Carballo (159), Cee (106), A Laracha (42), Laxe (4) y Camariñas (2). Los demás pierden todos entre diez y cien habitantes en un año.
Fuente: www.lavozdegalicia.com
Los hosteleros piden que se revisen las licencias dadas en Santa Comba
octubre 19, 2009 by admin
Filed under Santa Comba
Comentarios desactivados en Los hosteleros piden que se revisen las licencias dadas en Santa Comba
A pesar de que los hosteleros de Santa Comba han asegurado en reiteradas ocasiones, a través de la Asociación de Locales de Movida, que cumplen «a rajatabla» los horarios de cierre impuestos por la Consellería de Xustiza, los empresarios de Bergantiños consideran que en sus afirmaciones hay gato encerrado. Reconocen que es posible que, en la mayoría de los casos, cierren a la hora establecida, pero indican en que el problema radica en que las licencias otorgadas a los establecimientos de la capital de Xallas no se adaptan a las características de dichos locales. En este sentido, varios empresarios de Ponteceso aseguran que juegan con desventaja, ya que mientras que sus licencias son de pub -el cierre, los fines de semana, debe producirse a las cuatro y media de la madrugada-, «en Santa Comba repartiron a todo o mundo a de café-concierto», lo que les permite permanecer atendiendo al público una hora más. «Iso é unha desventaxa para os nosos clientes, que non entenden por qué pechamos antes que os de Santa Comba», se quejan.
«Nos cafés-concertos ten que haber concertos, pero no caso da capital xalleira iso non se cumpre», aseguran.
La presidenta de la Asociación de Locales de Movida, Josefina Felpeto Mariño, niega esta acusación. Según indica, en Santa Comba «a maioría ten licenza de pub, hai algúns café-concierto e tamén algunha discoteca, pero é o Concello o que se encarga de ver que características ten cada local e que permiso pode ter».
Felpeto insiste en que los controles a los establecimientos xalleiros son constantes y que «incluso a Guardia Civil fixo medicións e fotos para comprobar se se adaptaban á normativa». Asegura que cuando entró en vigor la actual normativa -en junio del 2005, aunque los locales tenían dos años para adecuarse al nuevo catálogo de espectáculos públicos- «moitos fixeron reformas para adaptarse ás novas características». En cualquier caso, y «farta da polémica», la presidenta de la Asociación de Locales de Movida pide que «se alguén ten algunha duda sobre algún local en concreto, que o denuncie e se comprobará quen ten razón».
«Hicieron la vista gorda»
Algunos hosteleros de Bergantiños, sin embargo, consideran que en el caso de Santa Comba el Ayuntamiento «hizo la vista gorda» a la hora de conceder las nuevas licencias. «Todo el mundo esperó hasta el último momento para renovar las licencias, en el caso de Ponteceso, por ejemplo, lo hicieron apenas unos meses antes de que acabase el plazo -en junio del 2007-, pero lo hicieron como es debido, controlando las características de cada local», explican. Como consecuencia «sólo hay permisos para bares, pubs y dos discotecas», algo que, dicen en Santa Comba y en «otras localidades, como Ordes o Carballo» no ocurrió. «En el caso de Santa Comba, justo antes de las elecciones, el ahora ex alcalde cambió toda las denominaciones y muchos de los que antes eran tablados flamencos pasaron a ser cafés-conciertos, pero no cumplen lo que dice el decreto, porque allí no canta ni actúa nadie».
Ante esta situación, «de inxustiza e inferioridade», los empresarios pontecesáns piden a la Consellería de Xustiza que tome cartas en el asunto y que revise las distintas licencias otorgadas a los locales de ocio de Santa Comba y de las demás localidades de marcha «porque existe unha normativa para algo e teñen que facer que se cumpra».
«Es necesario que todos los locales tengan las mismas posibilidades, privilegios y consecuencias en caso de no cumplir la ley», dice uno de los hosteleros de Bergantiños, quien insiste en que, pese a los controles de la Policía Local y de la Guardia Civil «sigue habiendo muchos locales que incumplen el horario de cierre». Esto, añade, no sólo ocurre en Santa Comba, sino también en otras localidades como Ordes y Carballo.
De hecho, muchos vecinos de la capital bergantiñana aseguran que a las ocho de la mañana todavía pueden verse jóvenes saliendo de pubs y discotecas, algo prohibido, ya que los locales con mayor amplitud de horario -discotecas, salas de fiestas y salas de baile- deben cerrar sus puertas a las seis de la mañana y estar totalmente clausurados y desalojados media hora después.